
Tarina Tarantino, la célebre diseñadora estadounidense de accesorios de lujo, es amada en todo el mundo por su estilo vibrante, audaz y fácilmente reconocible. Desde los tres años comenzó a crear joyas con materiales simples como plástico y arcilla. Con el tiempo, su pasión se convirtió en arte: durante una estancia en París diseñó una colección combinando dijes de arcilla, cristales y cuentas vintage adquiridas en mercadillos. Su talento llamó rápidamente la atención de estilistas y periodistas de moda — el inicio de una brillante carrera.
En 1993, de regreso en Los Ángeles, Tarina empezó a diseñar joyas para el cabello inspiradas en la naturaleza — flores, mariposas, insectos — que ella misma lucía y vendía directamente en la calle. Ese éxito espontáneo la llevó a Hollywood: sus creaciones aparecieron en series icónicas como Friends y Ally McBeal, marcando el comienzo de un fenómeno mediático temprano.

En 1995, junto a su esposo Alfonso Campos, fundó la Tarina Tarantino Design Company e inició la producción en su ciudad natal. Cada accesorio se elabora cuidadosamente a mano con materiales lujosos como cristales Swarovski y Lucite alemán, pero conserva un ADN lúdico y pop: combinaciones atrevidas de resinas, perlas, maderas y metales crean piezas de alto impacto visual.
La firma de Tarina es cinética: sus joyas no son simples adornos, sino esculturas vivas que se mueven, brillan y capturan la luz. Entre sus mejores creaciones destacan los pendientes Iconic Butterfly y el famoso collar de mariposa usado en la película Si tuviera 30. Colecciones como Bubble Pop y Candy Cameo presentan capas de resina, perlas colgantes y decoraciones que se balancean con el más mínimo movimiento.


Sus piezas icónicas incluyen el Jenna Butterfly Necklace usado por Jennifer Garner, los pendientes Iconic Butterfly, la vibrante colección Acid Alice, así como colaboraciones con Hello Kitty, Barbie, Mattel y Marc Jacobs. También ha creado accesorios para el cabello — como la Queen Lolita Crown, clips florales y horquillas de cristal — además de pulseras para móviles y cosméticos diseñados para grandes minoristas, siempre con su estilo excéntrico y brillante.
En el corazón del distrito de la moda de Los Ángeles se encuentra su taller “The Sparkle Factory” — un espacio inmersivo lleno de creatividad, luces alegres e inspiración fantástica. El estilo de Tarina mezcla la elegancia exagerada con la diversión lúdica: cada joya es una experiencia sensorial, un homenaje al color, al movimiento y a una feminidad audaz y luminosa.

Celebridades como Madonna, Drew Barrymore, Gwen Stefani, Jennifer Lopez y Paris Hilton han llevado sus creaciones en los escenarios más glamurosos. Hoy, Tarina continúa lanzando hasta 15 nuevas colecciones artesanales cada año, impulsada por la creencia de que el brillo no es solo un adorno, sino un estado del alma.
